Trotando con mi mejor amiga comenzamos a hablar de las puertas que hay en la vida, las puertas que uno abre y otras que cierra con candados y cadenas. Cada vez que abrimos una puerta se abre una nueva etapa en los distintos aspectos de la vida. Creo que uno puede abrir muchas puertas, y es mucho mas sencillo abrirlas que cerrarlas. Yo soy buena para dejarlas juntas "Tu dejas algunas situaciones como las puertas que jamas cierran, esas que se abren hacia adelante o atrás" dijo ella. Me di cuenta que tiene mucha razón.
No sé si esto será una cosa mala o será una cosa buena, no sé si debo correr a cerrarlas o apresurarme para abrirlas.
También me di cuenta que hay puertas que he querido cerrar muchas veces pero aún así continúan abiertas. Cada vez que creo que ya no puedo más, que ya es suficiente y decido cerrar la puerta, todo se de vuelve y pienso que en el fondo no es tan malo, que puedo soportarlo. No sé si soy débil por no decir alto o fuerte por seguir aguantando. (Se que puede interpretarse como un circulo de violencia o algo así pero juro que no es el caso. Lo pongo tan vago porque no quiero entrar en detalles).
En mi vida he cerrado pocas puertas y esas pocas están llenas de candados y cadenas. Me costo más que un poco cerrarlas, incluso cuando algunas fueron cerradas de portazo en mi cara yo seguí y seguí intentando que alguien la abriera para mi, supongo que simplemente no quería aceptarlo. Ahora me enorgullece mirar atrás y saber que hice todo lo que pude. No me arrepiento de haberlo intentado. Siempre digo que es mejor arrepentirse de las cosas que uno hace que de las que no, incluso aunque lo repita y ni yo misma lo haga no esta de más siempre tenerlo presente. No quiero mirar atrás y ver que deje puertas cerradas sin siquiera intentar abrirlas y ver que había tras ellas.
Soy joven y me cuesta encontrarle sentido a las cosas ahora, pero tengo la confianza en que en algún momento todo tendrá sentido. No quiero vivir pensando que no lo hace. He pasado demasiado tiempo torturándome por cosas que están fuera de mi control y desesperándome cuando encuentro puertas que no están listas para ser abiertas por mi aún. Basta de eso.
Sé que hay puertas que no puedo abrir completamente pero que tampoco quiero cerrar, es un arma de doble filo con el que estoy dispuesta a jugar. Sé que no voy a abrir las que ya he cerrado y que no voy a volver la mirada atrás para ver con los ojos de la niña que era antes, voy a mirar al pasado desde la puerta que he abierto ahora. Y estoy entusiasmada por abrir todas las puertas que se pongan delante de mi. Voy a abrir tantas como sea posible. Prometo abrirlas con cuidado y cerrarlas cuando me hagan daño. Voy a disfrutar de ellas hasta que no haya nada más que pueda tomar y entonces buscaré otras.
#Meprometodisfrutar
Lo anterior es una reflexión propia. Los invito a reflexionar sobre sus puertas, estoy segura que verán como hay muchas que están ahí listas para ser abiertas, otras que deberán esperar y las más difíciles, esas que debemos cerrar.
Saludos!